top of page

En el cristianismo el conocimiento de Dios no es consecuencia de su búsqueda por parte del ser humano, si no al contrario: es Dios mismo quien toma la iniciativa para salir al encuentro del hombre, darse a conocer y mostrarle el camino para llegar hasta Él.
Por eso, el cristianismo es una religión revelada. No es una religión buscada y encontrada, sino recibida; es un don gratuito, un regalo.
Gracias a esa Revelación sobrenatural, sabemos cosas sobre Dios y sobre el modo de relacionarnos y unirnos a Él que jamás podríamos alcanzar sólo por nuestra cuenta.

bottom of page